El nuevo concepto de interiorismo de tiendas Scalpers busca la calidez desde la sencillez. Con pocos materiales y matices de texturas e iluminación crear un ambiente cercano, a la vez que contemporáneo, donde resalte el producto. Un concepto que debía resolver en este caso con una misma imagen la zona hombre, mujer, probadores, y zonas de complementos, con una carga importante de escaparates sin crear diferenciación. Un interiorismo que invite a fluir y discurrir por todos los espacios.

En un entorno privilegiado para la ciudad de Madrid, en un gran volumen de dos plantas, a la sombra de “Cuatro torres Business Area” y dentro del espacio comercial a los pies de la Torre Caleido, de 181 metros de alturas y 36 plantas, rodeado de amplia zona verde en su zona exterior. El local disponía de un gran potencial comercial, pero de cierta complejidad por tener dos accesos, el principal desde el nivel del Paseo de la Castellana y un secundario, pero de gran presencia en fachada desde un nivel inferior, desde el adarve peatonal al aire libre creado por el espacio comercial. Programa complejo que se unifica en el exterior con una gran piel blanca con relieves, que se transforma con la iluminación durante el día, y en su interior con una continuidad de materiales tanto en suelo, como pared y techos.

El Volumen tan definido de dos plantas, permite crear un gran contraste de llenos y vacíos, ganando protagonismo en los escaparates, que transmiten la calidez de su interior. Rótulos translucidos que hablan de la sensibilidad en los matices que acompaña la propuesta. Por necesidades funcionales se divide la zona hombre y mujer por plantas, pero recreando en ambos un espacio de bienvenida con grandes alfombras de hilo de tono crudo, con bancos poligonales retro iluminados, que presentan una selección de productos sobre una nube de iluminación suspendida.

Todas las paredes del local a pesar de tener juegos de dobles alturas se resuelven con un tono y textura árido de microcemento y led superior hasta altura media, unificando y aportando una proporción a la composición de los paramentos. El mobiliario se personaliza con maderas naturales de tonos claros que contrastan con los metales lacados en negro y la iluminación cálida que potencia el producto expuesto. Los probadores mantienen el discurso de materiales, tonos e iluminación, que permiten en un reducido espacio transmitir el mismo ambiente acogedor.