Zapatería Antonio Ortiz

Situada en el centro de Sevilla, en una de las principales arterias comerciales de la ciudad, se ubica esta zapatería de unos 100m2.

El objetivo principal era crear un espacio de venta acogedor, divertido y diferente. Un espacio ilusorio donde dar cabida a la gran variedad de marcas disponibles y generar una exhibición de producto alejada de lo convencional.

Para abordar el proyecto nos inspiramos en diversas corrientes artísticas, principalmente en el surrealismo y en los universos virtuales de Peter Tarka y Alexis Christodoulou, y en artistas como René Magritte, buscando generar ese mundo onírico con reminiscencias Art Decó que nos permitiese recordar que “Esto no es (sólo) un zapato”.

Dado que el local original, se hallaba poco relacionado con el entorno, en esta intervención se buscó abrir completamente la tienda hacia el exterior, generando un gran escaparate con acceso central que permitiese al transeúnte vislumbrar la tienda desde el exterior.

La exposición del producto se realiza de manera perimetral. A una cota inferior se disponen peanas escalonadas continuas, que actúan puntualmente como asientos, realizadas en el mismo microcemento rosa en que va revestida la pared, combinadas con baldas que recorren la tienda a diferentes alturas.

Esta exposición perimetral se completa con 2 islas centrales compuestas por peanas de diferentes formas y texturas que aportan dinamismo y color al espacio como si de pequeñas esculturas se tratase.

Con objeto de dotar de cierto contraste al espacio, todo el lateral derecho del local se reviste con unas piezas lineales con rebaje semicircular realizadas en madera pintada en azul océano.

Junto al acceso, un degradado de luminarias dispuestas en forma triangular rememoran la posición de la escalera de caracol original.

Una pequeña hornacina terminada en arco de medio punto, forrada en chapa de acero lacada en gris grafito, con fondo de espejo bronce constituye la zona de complementos.

Justo al fondo se sitúa el mostrador, en tonos neutros de terrazo y cerámica y flanqueado por una pared cubierta con piezas cerámicas a modo de lenguas en color berenjena emulando la característica lengüeta de un zapato.

Al final de la tienda se encuentran los probadores, donde se combinan cortinas de terciopelo turquesa y grandes espejos con terminación curva.

Para los techos, se recurre a una seriación de perfiles tubulares de sección circular entre los que se suspenden varias lámparas decorativas realizadas en el mismo material.

Tratando de combinar tradición y vanguardia, pero con la firme intención de poner el en valor la tradición material se opta por la mezcla de materiales y texturas, tales como: porcelánico en espiga mate, microcemento, metal, madera, terrazo, espejos bronce, cerámica artesanal con diversas formas y esmaltada en diferentes colores.