Arquitectura

Casa los Humeros

Fecha

29-01-2024

Código

9496

Arquitectos

García, Antonio Luis

Promotora

privado

El proyecto consiste en la reforma de una vivienda para uso en periodo vacacional y fines de semana, predominantemente en época invernal.

Ubicada en una pequeña aldea, en plena Sierra Norte de Sevilla, de apenas veinte casas, la edificación se dispone en parcela longitudinal, ubicada en un extremo conformando fachada a calle junto a las viviendas colindantes, y liberando el resto de la superficie para patio. Presenta la configuración predominante en la zona, una sucesión de crujías paralelas a fachada (originadas por el sistema estructural empleado de muros de carga de tierra apisonada), forjados de rollizos más tablas de madera y cubierta inclinada de tejas. Cuenta con tres crujías y desarrolla la vivienda en planta baja, mientras que la planta superior, accesible mediante escalera ubicada en crujía intermedia, alberga un par de estancias bajo cubierta no habitables. El patio está delimitado por muros de piedra de junta seca, siendo este elemento también característico de la zona, presente en casi todas las edificaciones y en la mayoría de los caminos circundantes formando parte del paisaje rural. La UNESCO inscribió en 2018 “Los conocimientos y técnicas del arte de construir muros en piedra seca” en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por “constituir un testimonio de los métodos y prácticas usados por las poblaciones desde la prehistoria hasta la época moderna, con vistas a organizar sus espacios de vida y trabajo sacando el máximo partido de los recursos naturales y humanos locales…..realizados en perfecta armonía con el medio ambiente….siendo las técnicas usadas un ejemplo de relación equilibrada entre el ser humano y la naturaleza”

La intervención tiene como punto de partida preservar la tipología constructiva tradicional en la zona, poniendo en valor y conservando el mayor número de elementos preexistentes, así como aportar, alejados del ruido de la vida diaria en la ciudad, las condiciones de calidez y pausa necesarias para el recogimiento y las reuniones con familiares y amigos.

Planteamos el acceso a través del patio, donde demolemos las pequeñas construcciones existentes y conservamos únicamente el muro de piedra perimetral que, despojado de cualquier construcción adosada, adquiere el protagonismo que merece como elemento característico del paisaje rural de la zona. La construcción de un pequeño cuerpo exento destinado a almacenamiento de leña nos permite configurar la entrada y, junto a la alternancia de superficies pavimentadas y ajardinadas, organizar el espacio y recorrido hasta la vivienda.

En la vivienda conservamos la estructura de muros de carga y la escalera, que restauramos, elevamos la altura de la cubierta inclinada de tejas para dar uso y desarrollar la vivienda en dos plantas, y sustituimos por cuestiones de seguridad los forjados de rollizos y tablas de madera, tanto intermedios como de cubierta, deteriorados por las continuas filtraciones de agua de lluvia durante años. Estando la vivienda espacial y constructivamente definida por la sucesión de muros de carga, intervenimos sobre la edificación de forma acorde y para destacar su propia naturaleza estructural, masiva. Configuramos así los huecos con reducidas dimensiones (únicamente el hueco principal de acceso, que relaciona el espacio interior con el patio, adquiere mayor dimensión); tratamos los umbrales de los huecos de paso como si del propio muro se tratara; disponemos las carpinterías en posición intermedia de las jambas; materializamos el lucernario para iluminar la crujía intermedia de planta baja descolgándolo hasta la posición de reposo de la estancia; configuramos la chimenea de leña, elemento nuclear de la vivienda, como extensión del propio muro; construimos volúmenes en planta alta adosados a las medianeras que, como huella del pasado, reproducen la silueta de la cubierta original, a la vez que nos permite configurar el acceso al baño y, sobre la escalera, acotar el espacio de tránsito entre plantas, conformando el lucernario y enmarcando la fábrica medianera, única superficie que despojamos de revestimiento dejando expuesta la tierra que la construye. Tanto paredes como forjados se pintan con cal, en color blanco, destacando la volumetría de los elementos expuestos a la luz cambiante.

Junto a la cal empleada en revestimiento y pintura, disponemos piezas cerámicas en pequeño formato para solería y alicatados, en colores terracota y azul respectivamente. Reducimos así a tres los colores empleados en toda la intervención. En contraposición al blanco y al terracota, colores que muestran la propia naturaleza de los materiales y que se disponen de forma generalizada, empleamos el azul como estímulo puntual que, descontextualizado, ampliamos al césped exterior en claro diálogo de opuestos con la naturaleza vegetal circundante.

Respecto al programa funcional de la vivienda, éste se organiza por crujías. En planta baja se disponen el comedor-cocina relacionado con el patio, un dormitorio de invitados más un baño en zona posterior relacionados entre sí por una franja acristalada que permite diluir la división, y la estancia de estar en el espacio intermedio, con la chimenea tradicional de leña como elemento nuclear de la vivienda. En planta alta se disponen el dormitorio principal, relacionado con la naturaleza circundante mediante azotea de nueva construcción, un dormitorio de invitados y un baño. Controlada la iluminación a través de los huecos de fachada mediante estores opacos, en el dormitorio principal una hoja abatible de madera permite registrar el hueco del lucernario y capturar de forma variable y sutil la luz natural exterior que, difusa y reflejada sobre los paramentos blancos, aporta serenidad a la estancia e invita al descanso.

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