El proyecto consiste en la reforma de una vivienda localizada en un edificio emblemático del centro de Granada, el edificio Cervantes.

La solución adoptada surge de la multiplicidad de necesidades del cliente y busca transformar una vivienda de distribución tradicional con pequeñas dependencias en una única secuencia espacial que no renuncia a la funcionalidad de los espacios.

La intervención se articula desde el detalle, con el mobiliario como elemento arquitectónico principal configurador del espacio. Los dos objetivos que se persiguen son: el aprovechamiento de la luz natural y la precisión constructiva.

La calidez del roble natural combinado con tonos neutros, junto con la distribución armónica de la iluminación, se manifiesta a lo largo de la vivienda estableciendo el hilo conductor.