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Architecture
Architects
Estudio Fournier_Rojas Arquitectos
La comunidad rural de Tabarcia de Mora adquirió una propiedad de 17 Has que tiene uno de los pocos bosques primarios que quedan en la región, y manantiales naturales de agua. Los visitantes tienen la oportunidad de aprender de primera mano acerca de la enorme biodiversidad del lugar y la forma de proteger el medio ambiente natural.
El plan maestro ha sido diseñado, pro bono, por el estudio Fournier_Rojas para la comunidad, que quiere utilizarlo para promover el proyecto, con la esperanza de recaudar fondos para la conservación ambiental en la reserva. Su enfoque abarca plenamente el concepto de Arquitectura Necesaria:
Es responsable - El centro de bienvenida de 108 m2 está situado en una pequeña meseta y completamente rodeado por un denso bosque tropical. Uno de los objetivos es hacer que la comunidad se sienta orgullosa a través de la arquitectura que se ha diseñado y construido con cuidado.
Es diligente - El edificio cuenta con un plan muy sencillo, fácil de leer, que permite flexibilidad como un espacio polivalente donde varias actividades pueden ocurrir, incluyendo clases, reuniones y fiestas. La forma del edificio se ha derivado de su estrecha relación con el sitio, con el entorno natural que lo rodea y “sacando hilos” de la arquitectura vernácula local.
Es sostenible - Se han seleccionado materiales muy básicos. Hay una losa flotante de hormigón armado que requiere excavación insignificante. Las fundaciones del sistema de columnas fue colada en estañones deshechados para evitar los costos de encofrados de madera o de metal. La estructura está hecha de madera de cultivo. Las paredes son de bloque de hormigón expuesto. El techo inclinado es igual a los comúnmente usados en áreas tropicales y está hecho de tetrapack reciclado (envases de caja de leche y bebidas) que fue donado por la compañía Dos Pinos, que son los fabricantes. Es soportado por una estructura liviana de madera y cables. Éstos reducen la cantidad de madera necesaria para la estructura. El agua de lluvia es en caída libre a los drenajes tipo “francés” y el agua filtrada se devuelve a los acuíferos. Parte de ella, así como las aguas grises se pueden utilizar para los inodoros.
Es justo - Vemos este proyecto como parte de los derechos de los ciudadanos a la buena arquitectura pública que es respetuosa de su entorno natural. Es arquitectura pública digna.
Es abierto - El espacio de planta abierta permite una multiplicidad de actividades culturales que promueven el aprendizaje para ser habitantes responsables del planeta Tierra.
Es económico – Fue construido con una donación de la Embajada de Alemania en Costa Rica con un costo de US$30,000 a razón de US$278/m2. Además hubo donaciones de materiales como la cubierta de reciclam/tetrapak (Dos Pinos), cerámica quebrada (Samboro), lámparas (High Lights de Costa Rica), cumbreras (Macopa) y otros.