autor: Jose Luis Muñoz (Re-Activa Arquitectura S.L.)

situación: Avd. Pérez del Alamo 3. Loja (Granada)

promotor: Optica Loja S.L.(David Sanchez Echeverría).

superficie construida: 107,35 m2.

proyecto: enero 2018

fin de obra: junio 2018

fotografo: Fernando Alda

colaboradores: Aida Caballero Sanchez(arquitecta), Daniel Usero Guerrero (arquitecto).

Un mueble exento de madera de Abedul juega con la sensación de recogimiento y el efecto panóptico que producen sus formas cóncavas en el espacio principal de la nueva “Óptica Loja”. Se trata de un gesto formal sencillo y direccionado hacia la posición del cliente, en un espacio acotado, amable y de un solo material, que permite visualizar todo el conjunto e invita a pasear por los recorridos que ofrecen sus expositores curvos.

Un amplio local rectangular se ordena a partir de una pieza construida con tableros contrachapados de madera de abedul curvada que divide dos espacios: el público, que es cóncavo, y el de uso privado, convexo. Estas formas curvas definen tanto la pieza principal de separación de ambientes como el mobiliario -expositores, asientos y mostradores-, a su vez aportan la continuidad y la unidad del conjunto, generando recorridos curvos y visiones panópticas sobre lo expuesto. De este modo, tanto desde la entrada como desde el centro del área pública, gracias a sus paredes cóncavas, se domina todo el espacio de venta.

Este mueble acota el local original tanto en fondo como en altura creando dos ambientes a partir de las diferentes proporciones de las dos concavidades que define. Desde la entrada se accede al ámbito de una primera curva mayor de 6,25 m de diámetro, abierta a la altura del local original y al mostrador de bienvenida. Desde aquí se tiene una visión panorámica de la óptica y de todos sus productos. El expositor en forma de mesa circular y la lámpara redonda que cuelga sobre él subrayan aún más el sentido centrípeto de este primer ambiente. Una segunda curva menor al fondo, de 3,25 m de diámetro, corta la curva mayor y reduce la altura mediante un falso techo de abedul, generando aquí un ambiente más íntimo y acogedor, adecuado a la atención más personalizada del segundo mostrador. Éste reproduce el mismo efecto que la curva anterior, introduciendo un expositor y lámpara circulares más pequeños en el centro.

La iluminación se adapta a la geometría curva del conjunto y ocupa puntos estratégicos en relación a los expositores y los productos de venta. Los elementos de madera son los únicos que se introducen en el local para el nuevo uso. Se conservan tanto el suelo de mármol beige preexistente como los vidrios y revestimientos de mármol portugués de la fachada. El negro de las paredes perimetrales, el falso techo preexistente y las cortinas crean un fondo oscuro que permite que la forma y contenido del nuevo uso introducido destaquen desde el exterior.