La Isla y Senda Verde de la Facultad de Ciencias de la Educación es un proyecto donde se diseñan espacios para la infancia en un entorno naturalizado desde el punto de vista educativo. El proyecto parte de la idea de repensar los actuales parques infantiles, crear espacios para la infancia al exterior donde el niño y la niña se vinculen con la naturaleza, se relacionen con diferentes tipos de materiales. Por su ubicación dentro de la Universidad de Málaga se propone este nuevo parque urbano dedicado a la infancia y a los estudiantes, donde puedan interaccionar y aprender unos de otros, es clave su ubicación entre la Facultad de Ciencias de la Educación y la Escuela Infantil de la universidad, esto nos permite crear dos espacios diferenciados y a la vez unidos donde unos puedan jugar y otros aprender, por tanto aprender jugando Por un lado, se crea un espacio topográfico donde puedan descansar los estudiantes y por otro un espacio más construido donde los niños y niñas desarrollan su aprendizaje vinculado al juego y la naturaleza como recursos didácticos. Así se propone repensar las áreas verdes y de descanso como ambientes de aprendizaje. Para ello se estudian las preexistencias del lugar, el nuevo suelo a incorporar, la nueva vegetación y las nuevas arquitecturas propuestas desde una mirada pedagógica, entendiendo el espacio y la vegetación como elementos docentes.Los principales elementos del proyecto son la vegetación actual y propuesta, las topografías operativas, el pliegue arquitectónico y la materialidad. El pliegue crea así diferentes tipos de espacios para el desarrollo del niño y la niña, espacios donde jugar con los tamaños, con la escala, trabajar el desarrollo motriz, o impartir pequeñas clases, un conjunto de escenarios abiertos donde puedan crear continuamente nuevos recorridos y juegos vinculados a la naturaleza. La vegetación es el clave para el espacio, no solamente por la calidad y cualidad que le ofrece al espacio, es clave la sombra natural en los espacios de juego: Se han mantenido todos los arboles existentes en el lugar creándoles pequeñas topografías y cercados donde acumular los frutos y que puedan servir como elementos de juego; se han incorporado nuevas vegetaciones arbustivas que trabajar con los sentidos, color, olor y texturas para convertirlos en elementos de aprendizaje y juego. Las topografías realizadas con diferentes tipos de texturas son zonas para el descanso y a la vez para ser recorridas por los niños/as, ofreciendo un nuevo espacio de relación con los árboles, recorriéndolos a distintas alturas, relacionándose con el troco o con la copa. También existen algunas de piezas prefabricadas a modo de bancos para sentarse o deslizarse. La materialidad se ha buscado la convivencia entre lo más natural y lo más contemporáneo, para ello se utilizan diferentes texturas de arenas, gravas y vegetación autóctona para crear las zonas del parque y el pliegue utiliza elementos construidos en Solid Surface para su facilidad de limpieza y de adaptación a las diferentes formas.