Arquitectura

Adecuación del Claustro de Legos del Monasterio de Santa María de las Cuevas, Sevilla.

Fecha

25-10-2024

Localización

Sevilla

Tipología

Patrimonio

Código

9604

Promotora

Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. Junta de Andalucía

Constructora

HERMANOS CAMPANO S.L. - Jefa de Obra: Macarena Ocaña.

Colaboradores

Arquitecto técnico: Víctor Baztán Cascales
Arquitectos colaboradores:
Mercedes Sánchez González, Olga Valderas Grisalvo, Celia Jiménez Bellido, Jacinto Pérez-Elliott Fernández
Estructuras: Pedro Lobato Vida


Proveedores

Instalaciones: ESTIN Adviser SL.

ADECUACIÓN DEL CLAUSTRO DE LEGOS DEL MONASTERIO DE SANTA

MARÍA DE LAS CUEVAS, SEVILLA

El Claustro de Legos se ubica en el sector sur del Monasterio de Santa María de

las Cuevas, concretamente en la denominada Área Fabril, sede actual del Instituto

Andaluz de Patrimonio Histórico. En la década de los 90, el Monasterio fue objeto

de un ambicioso programa de actuaciones dirigido a su recuperación, interviniendo

en la ordenación de este sector del conjunto el arquitecto Guillermo Vázquez

Consuegra. La rehabilitación del ámbito del antiguo claustro no llegó a acometerse

en su totalidad, quedando desde entonces como un vacío de límites imprecisos

donde convivían restos arqueológicos y otras preexistencias monacales e

industriales.

El encargo tenía como objetivo la ordenación de este sector y la construcción de

una sala expositiva versátil, de dimensiones y características técnicas

predeterminadas, destinada a la presentación de obras de distintos formatos

restauradas en las instalaciones del IAPH. Se incorpora al proyecto el

acondicionamiento de una sala histórica abovedada que cierra el conjunto en su

banda norte y que prestaría una función expositiva complementaria.

La propuesta se basa en la construcción de un plano unitario de suelo que adquiere

formas diversas para contextualizar y enlazar las distintas edificaciones,

extendiéndose hacia el patio del claustro para proteger los restos arqueológicos

que aún se conservan, recortándose a una distancia medida de las fachadas

históricas del claustro.

El nuevo pabellón, que se presenta como un elemento de articulación entre los

espacios exteriores, es un volumen prismático que se relaciona en escala y

materialidad con los edificios existentes, ocupando una posición central en recuerdo

del muro que en origen delimitaba el frente oriental del Claustro de Legos. Su

sección escalonada, esboza un paso a cubierto que dirige la atención hacia sus

extremos norte y sur donde se ubican los accesos y los huecos que registran el

espacio interior. Las piezas de mayor tamaño acceden mediante una gran puerta

acristalada que introduce el perfil del Monasterio y la secuencia de grandes

chimeneas de botella de la Fábrica Pickman. En el interior, la sala recibe una

iluminación natural permanente y regulable, tanto cenitalmente como a través de

otros huecos menores dispuestos estratégicamente para permitir el intercambio de

miradas con las celdas de legos y otras preexistencias fabriles.

La nueva edificación se aproxima -sin tocarlo- al cuerpo norte que cierra el claustro,

conduciendo al visitante hacia la sala abovedada, espacio singular del monasterio

que se encontraba en un precario estado de conservación. La restauración

realizada conserva y consolida con criterio arqueológico los revestimientos

originales en convivencia con morteros de cal en tonos neutros, tratando de

mantener un equilibrio en la percepción unitaria del espacio. El tratamiento en

piedra natural del pavimento -bajo el que discurren las instalaciones- muestra

puntualmente el hallazgo en el subsuelo de antiguas cámaras y atanores de

ventilación. Se propone una relación complementaria entre ambas salas: la

abovedada, de indudable valor histórico, aunque de condiciones espaciales y

materiales más restrictivas, y la nueva, más capaz, flexible y versátil tanto para

exposiciones como para otro tipo de eventos.

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